El posicionamiento en buscadores o posicionamiento web (SEO por sus siglas en inglés, de Search Engine Optimization) es el proceso de mejorar la visibilidad de una página web en los diferentes motores de búsqueda.
Es la tarea de optimizar la estructura de una web y el contenido de la misma, así como la utilización de diversas técnicas de linkbuilding o contenidos virales con el objetivo de aparecer en las primeras posiciones de los resultados de los buscadores (cuando un usuario busca por una determinada palabra clave o keywords).
Este trabajo involucra todo lo relacionado al sitio de internet, o sea el código de programación, al diseño y a los contenidos.
La razón más importante por la que es necesario el SEO es porque hace más útil tu sitio web tanto para los usuarios como para los motores de búsqueda, aunque estos últimos cada día son más sofisticados, aún no pueden ver una página web como lo hace un usuario promedio. El SEO es necesario para ayudar a los motores de búsqueda a entender sobre qué trata cada página y si es o no útil para los usuarios según los términos de búsqueda que estos hagan en los respectivos buscadores.
Un motor de búsqueda o buscador es, en términos generales, un sistema encargado de buscar archivos almacenados en los servidores web.
Para encontrar tales archivos, los buscadores recurren a la identificación de la palabra clave empleada por la persona que realiza la búsqueda y, como resultado, el usuario obtiene un listado de enlaces que direccionan a sitios web en los que se mencionan los temas relacionados a la palabra clave.
El funcionamiento de un motor de búsqueda se puede resumir en dos pasos importantes:
Un motor de búsqueda recorre la web rastreando con lo que se llaman bots, estos bots recorren todas las páginas a través de los enlaces (de ahí la importancia de una buena estructura de enlaces) al igual que haría cualquier usuario al navegar por el contenido de la Web, pasan de un enlace a otro y recopilan datos sobre esas páginas web que proporcionan a sus servidores. El proceso de rastreo empieza con una lista de direcciones web de rastreos anteriores y de sitemaps proporcionada por otras páginas web. Una vez acceden a estas webs, los bots buscan enlaces a otras páginas para visitarlas. Los bots se sienten especialmente atraídos por los sitios nuevos y a los cambios en las webs existentes.
Son los propios bots los que deciden qué páginas visitan, con qué frecuencia y cuánto tiempo van a rastrear esa web, por eso es importante tener un tiempo de carga óptimo y un contenido actualizado.
Es muy común que en una página web se necesite restringir el rastreo de algunas páginas o de cierto contenido para evitar que estas aparezcan en los resultados de búsqueda. Para esto se le puede decir a los bots de los motores de búsqueda que no rastreen ciertas páginas a través del archivo “robots.txt”.
Una vez que un bot ha rastreado una página web y ha recopilado la información necesaria, estás páginas se incluyen en un índice donde se ordenan según su contenido, su autoridad y su relevancia; de este modo cuando hagamos una consulta al motor de búsqueda le resultará mucho más fácil mostrarnos los resultados que están más relacionados con nuestra consulta.
Al principio los motores de búsqueda se basaban en el número de veces que se repetía una palabra en una página, al hacer una búsqueda rastreaban en su índice esos términos para encontrar qué páginas los tenían en sus textos, posicionando mejor la que más veces lo tenía repetido. Actualmente, los motores de búsqueda son más sofisticados, y basan sus índices en cientos de aspectos diferentes como la fecha de publicación, si contienen imágenes, vídeos o animaciones, etc. Ahora dan más prioridad a la calidad del contenido.
Una vez que las páginas son rastreadas e indexadas, llega el momento en el que actúa el algoritmo: los algoritmos son los procesos informáticos que deciden qué páginas aparecen antes o después en los resultados de búsqueda. Una vez realizada la búsqueda, en cuestión de milisegundos, los algoritmos son capaces de buscar en los índices y saber cuáles son las páginas más relevantes teniendo en cuenta los cientos de factores de posicionamiento.
A diferencia de sistemas de pago como Google Adwords, si al posicionarse en los buscadores gracias al SEO, se puede mantener un posicionamiento por mucho tiempo, o incluso indefinidamente.
El SEO ofrece una mayor rentabilidad de la inversión realizada que cualquier otra forma semejante de promoción, puede aumentar el número de visitantes que están buscando activamente un servicio o producto, por lo que es una de las maneras más rentables para comercializar productos y servicios.
La búsqueda está impulsada por la demanda, lo que significa que cualquiera que llegue al sitio desde un buscador espera encontrar una página que responda a su consulta. Si esto ocurre y se le muestra toda la información que necesita, es probable que acabe convirtiéndose en un próximo cliente, suscriptor, etc.
Tras la implementación y paulatinamente, mejorará el posicionamiento de las páginas web en los buscadores para los términos relevantes del sitio, y por lo tanto la visibilidad del sitio web se ve incrementada, lo que tiene a su vez como consecuencia un incremento del tráfico cualificado, es decir, que aumentan las visitas que llegan con un interés previo sobre la marca, producto o servicio que se ofrece.
Al mismo tiempo, el plan de optimización web se encargará de revisar las páginas del sitio para mejorar su usabilidad, asegurándose de que la web ofrezca a los visitantes, páginas amigables, ricas en contenido y fáciles de usar, lo que facilitará la interactividad de los visitantes. Los usuarios que llegan al sitio web gracias a la mejora en el posicionamiento son tráfico cualificado, y al encontrarse con una web amigable y que invita a la acción, la tasa de conversión de estas visitas se verá incrementada, es decir, estos visitantes tendrán mayor probabilidad de comprar, descargar, pedir o llevar a cabo la acción que se considere como una conversión para el sitio. Esta mayor tasa de conversión resultará por lo tanto en un incremento de la rentabilidad de la web.
El SEO se puede dividir en dos grandes estrategias a desarrollar: on-site y off-site SEO.
Se asegura de que la web está optimizada para que el motor de búsqueda entienda lo principal, que es el contenido de la misma. Dentro del SEO On-site incluiríamos la optimización de keywords, tiempo de carga, experiencia del usuario, optimización del código y formato de las URLs.
Es la parte del trabajo SEO que se centra en factores externos a la página web en la que trabajamos. Los factores más importantes en el SEO off-site son el número y la calidad de los enlaces, presencia en redes sociales, menciones en medios locales, autoridad de la marca y rendimiento en los resultados de búsqueda, es decir, el CTR que tengan nuestros resultados en un motor de búsqueda.
El SEO se puede diferenciar en atender o no las “recomendaciones” del motor de búsqueda, hay una serie de factores técnicos y éticos a seguir para poder posicionar de mejor manera un sitio, bajo esta premisa, las prácticas del search engine optimization se agrupan así:
Es ell intento de mejorar el posicionamiento en buscadores de una página web mediante técnicas poco éticas o que contradicen las directrices del motor de búsqueda. Algunos ejemplos de Black Hat SEO son el Cloaking, Spinning, SPAM en foros y comentarios de blogs, o el Keyword Stuffing. El black hat puede proporcionar beneficios en el corto plazo, pero generalmente es una estrategia arriesgada, sin continuidad en el largo plazo y que no aporta valor.
Consiste en todas aquellas acciones éticamente correctas y que cumplen las directrices de los motores de búsqueda para posicionar una página web en los resultados de búsqueda. Dado que los buscadores dan una mayor importancia a las páginas que mejor responden a una búsqueda del usuario, el White Hat comprende las técnicas que buscan hacer más relevante una página para los buscadores a través de aportar valor para sus usuarios.